Historia

100 años de labradores

Durante los primeros días de junio del 2003, el castillo de Belvoir, un idílico enclave de la campiña inglesa, se convirtió en escenario de una de las más interesantes, vistosas y completas concentraciones de labradores que se hayan podido contemplar en los últimos tiempos. Auténticas leyendas vivas compartían protagonismo con los nuevos referentes de la raza en un alarde de magisterio, belleza e historia. Allí estaban la mayoría de los perros que llenan líneas y líneas de pedigríes de medio mundo, sobre el verde tapiz de esa campiña que ha sido escenario de los hitos fundamentales de la historia reciente del versátil, sociable y no menos popular Retriever del Labrador.
El motivo de tal despliegue de reputados labradores no era otro que celebrar convenientemente los 100 años transcurridos desde que, por primera vez, la raza fuera reconocida como tal por parte del Kennel Club británico. Una fecha tan señalada debía perdurar en el recuerdo de todos los que allí estuvieron, y a fe que así fue. Quizá esté de más señalar que los perros del castillo de Belvoir son la evolución de aquellos a los que se refería el primer estándar de la raza, descrito en 1916 por los patrones de originario Labrador Retriever Club. Si bien morfológicamente el aspecto de aquellos activos cobradores de principios del siglo XX no era el de los perros actuales, su temperamento, sus cualidades en el campo, su adaptabilidad y, particularmente, su devoción por el hombre han perdurado hasta nuestros días confiriéndole la excelente reputación de la que goza.

Nace el Labrador Retriever Club

Lady HoweLos inicios del Labrador Retriever Club estuvieron protagonizados por auténticos benefactores, en el sentido más estricto del término, dado que el objeto principal de su actividad era proteger y promover la existencia del labrador de pura raza de forma altruista, casi como si de una fundación benéfica se tratase; algo muy anglosajón por otra parte. Si bien la Condesa de Howe fue, sin duda, la cabeza visible de una larga lista de influyentes y poderosos propietarios de tierras que durante las primeras décadas del siglo se encargaron de hacer del labrador un elemento paradigmático de la vida rural, el primer criador conocido fue Mr. A. Holland Hibbert, Vizconde de Knutsford, quién venía desarrollando su actividad con el labrador desde 1884, incluso antes de su reconocimiento como tal. En 1904 su perro Munden Single fue el primer labrador que participó en pruebas de campo regladas. Un año después, otro de sus ejemplares, Munden Sentry, ganó el primer Challenge Certificate (el equivalente al CAC) otorgado a un labrador. Otro labrador famoso en aquella época fue FT Ch. Flapper, nacido en 1902 de un cruce de otra perra propiedad del Vizconde de Knutsford, Munden Sybil, y cuya capacidad de influencia como semental se prolongó por espacio de una década. Flapper fue además ganador de innumerables pruebas de campo entre 1904 y 1908. En el mismo periodo, FT Ch Peter of Faskally se mostró como uno de los labradores más relevantes; hijo de Waterdale Gamester, su pedigrí se remonta a la línea propiciada por el criadero Munden de Mr. A. Holland Hibbert. Reconocido como un gran reproductor, uno de sus hijos, Ch Withington Dorando, nacido en 1912, aparece en numerosos pedigríes actuales, lo que da cuenta de la capacidad de influencia de la línea que representaba. Ganó numerosas pruebas de campo hasta que en 1914 pasó a ser propiedad de los Condes de Howe. Lady Howe, como ya se ha dicho, una de las más representativas garantes del labrador primigenio de acuerdo con los dictados del Labrador Retriever Club, hizo de Dorando un auténtico show labrador, quizá no el primero pero sí uno de los más interesantes.

Ch. Dual Banchory BoloEn 1915 consigue el título de Show Champion, además de participar con éxito en numerosas pruebas de campo por espacio de varios años. El primer labrador de los Condes de Howe fue un macho llamado Scandal of Glyn, nacido en 1914. Un hijo de éste, Banchory Bolo, pasó a la historia por ser el primer campeón dual (belleza y trabajo) que se certificó en el Reino Unido. Bolo era descendiente de Malmesbury Tramp, quien a su vez era padre de Duke of Buccleuch’s Avon, un macho que figura en los orígenes de la mayoría de labradores negros conocidos, tanto pasados como presentes.
La popularidad del labrador continuó creciendo durante los años siguientes, fundamentalmente por su habilidad para el trabajo como cobrador de caza (fiel trials) pero también como perro de belleza. De esto último da cuenta el hecho de que en la década de los 30, dos labradores alcanzaron el título de Best in Show en Crufts: Ch Bramshaw Bob (Ch Inglestone Ben x Bramshaw Brimble), nacido el 11 de diciembre de 1929 y propiedad de Lady Howe, que lo ganó sucesivamente los años 1932 y 1933, y Ch Cheverella Ben of Banchory, que lo hizo cuatro años después, como no, de la mano de la omnipresente Condesa de Howe y después de haber conseguido 19 Challenge Certificates. Ambos acontecimientos adquieren una relevancia singular si consideramos que nunca después ha vuelto un labrador a ganar el Best in Show de Crufts.
En 1938, el mismísimo Rey Jorge VI exhibió un labrador en Crufts, Sandringham Stream, criado por su padre Jorge V, un gesto que escenifica la estrecha relación que desde siempre han mantenido los miembros de la Casa Real británica con el mundo del labrador. No en vano, el propio Rey Jorge VI otorgó al Labrador Retriever Club su patronazgo en 1946, siendo el mismo ostentado en nuestros días por la Reina Isabel II.

Criaderos influyentes

Poolstead PretentiousLos últimos años de la década de los 30 y las dos décadas siguientes son fundamentales en la posterior evolución de la raza. Es en esos años cuando comienzan a surgir los criaderos y los perros que dejarán la huella más profunda y reconocible en nuestros labradores actuales.
Quizá el más conocido, influyente y valioso criadero de las últimas décadas haya sido, y probablemente siga siendo, Sandylands. Su reputación como origen de los labradores amarillos más típicos y representativos de la raza traspasó rápidamente la frontera de las Islas Británicas y hoy en día decir Sandylands en cualquier parte del mundo es sinónimo de tipicidad. La artífice de este éxito fue la ya desaparecida Gwen Broadley, para muchos una auténtica dama de los labradores, quién después de una vida dedicada por entero a la raza dejó como legado la solidez de una línea representada en las últimas décadas por grandes campeones, empezando por Ch Sandylands Jerry (1934) hasta algunos de los más recientes, como Sh Ch Sandylands Gadabout (1994)… y entre ellos otros 60 campeones británicos más. Imposible dejar de mencionar como uno de los reproductores fundamentales del criadero a Ch Sandylands Mark, padre de 29 campeones británicos y otros muchos en diversas partes del mundo. No menos importantes para la larga y exitosa historia del criadero son otros machos como Ch Sandylands Tandy o, más recientemente Ch Sandylands My Guy, o las hembras Ch Sandylands Cora y Ch Sandylands Mercy, todos ellos presentes en cualquier tratado riguroso sobre la raza.
Otro de los criaderos de los que cabe decir que han influido de manera relevante en el tipo de labradores que podemos ver hoy en día es Ballyduff. Fundado en los 50 por Mrs. Docking, hoy en día es su hija, Sheelin Cuthbert, quién se encarga de perpetuar la línea. Lejos del tipo que se atribuye a los Sandylands, los Ballyduff han venido siendo labradores dotados de un excelente sentido y habilidad para la caza, representados por poderosos machos negros de expresiva mirada. Quizá el más sólido de sus campeones sea Ch Ballyduff Marketeer, un semental histórico, muy representativo de la línea, que figura en el pedigrí de multitud de posteriores campeones.

Ch. Sandylands MarkBlaircourt es otro criadero cuya actividad ha dejado impronta desde que esta comenzara a mediados de los 50. Su influencia en la raza viene dada por ejemplares como Int Ch Craigluscar Emperor of Blaircourt, el primero de sus campeones, y más aún por una hermana de éste, Craigluscar Dusk of Blaircourt, una espléndida hembra que produjo dos únicas camadas en su vida. De una de ellas surgió otro de los ejemplares más importantes del criadero, Ruler of Blaircourt, mejor de raza en Crufts en 1959. Es sin embargo Ch Sandylands Tweed of Blaircourt el Blaircourt más conocido: no en vano su silueta ilustra el logo del Labrador Retriever Club.
Follytower viene produciendo desde 1973 labradores muy típicos, de elegante porte debido a sus característicos cuello y parte frontal que les confiere equilibrio tanto en movimiento como posando. Su primer éxito en exposiciones vino de la mano de extraordinario macho Follytower Merrybrook Black Stormer, CC y mejor de raza en Cruft en 1974 y origen de alguna de las líneas más influyentes del momento actual. Veinte años después, se repitió la historia con Ch Follytower Pandora at Rocheby, quien de nuevo ganó su CC en Cruft, demostrando la consistencia del trabajo emprendido por Mrs. Woolley décadas atrás, particularmente en lo que se refiere a su aporte de ejemplares a otros criaderos que pueden presumir, no sin motivo, de estar fundados por hembras de Follytower. Tal es el caso, por ejemplo, de Boothgates através de Follytower Blyth y Sh Ch Follytower Kristy, o de Foulby, con Follytower Charlotte.

Gwen Broadley con campeones SandylandsOtro criadero fundamental de aquella época es Kinley, de Mr. y Mrs. Wrigley, quizá imprescindible para entender la evolución del labrador amarillo en tiempos recientes. En aquellos años 60, dónde ganar un primer puesto en clase abierta con un labrador amarillo era algo excepcional, dada la supremacía y la fidelidad al estándar que representaban los perros negros, los Wrigley se empeñaron en hacer de sus perros amarillos ejemplares aptos tanto para el ring como para las pruebas de campo, vertiente esta última en la que eran sistemáticamente batidos por perros negros. Y lo consiguieron con ejemplares como Ch Kinley Copper, dos veces mejor de raza en Crufts, un genuino y muy típico ejemplo de lo que es un buen labrador amarillo.
Quizá el mejor criadero de amarillos haya sido, y sea actualmente, Poolstead. Fueron los Hepworth, propietarios del criadero, los que acuñaron una cita clásica en el mundo del labrador para referirse a su propia línea: «visto uno, vistos todos» o, en su acepción menos favorable, «o te gustan todos o no te gusta ninguno», tal es la fidelidad con la que han conseguido fijar un tipo propio y perfectamente reconocible camada tras camada, generación tras generación. Aparte de lo anecdótico de la cita, decir esto al hablar de labradores es decir mucho en favor de un trabajo riguroso y bien hecho. Las dos hembras que originalmente sirvieron para fundar el criadero a finales de los 50 fueron Breaduke Julia y Kinley Willow. Desde entonces, Poolstead no ha dejado de producir extraordinarios machos y hembras que han servido para encumbrar al propio criadero y, lo que es más importante, para fundar otros por todo el mundo que se han podido beneficiar de la indiscutible solidez de la línea. Muchos son los ejemplares que han contribuido a esta labor por su gran calidad y hiestilo: Sh Ch Poolstead Preferential, padre de otro ejemplar mítico, Poolstead Pretentious, entre los machos, y Sh Ch Poolstead Positive Mystery, entre las hembras, se encuentran entre los más representativos.
Cornlands ha venido aportando trabajo y buen criterio a la evolución del labrador, particularmente con amarillos, desde principio de los 50. La hembra fundadora de la línea creada por Peggy Rae fue Flush of Cornlands, madre del primer campeón que registra el criadero, Ch Cornlands Peter go Gay. Este perro produce años más tarde una de las hembras más representativas de la línea, Ch Cornlands My Fair Lady, ganadora entre otros galardones del un mejor de raza en Cruft y 17 CCs. Una nieta de ésta, Ch Cornlands Blonde Lady ganó también el mejor de raza en Crufts en 1982. Hoy en día el criadero sigue siendo uno de los punteros en el Reino Unido y produciendo campeones de gran influencia, tal es el caso de Ch Cornlands Wellington, o incorporando otros de gran calidad como Sh Ch Marmaduke Maximus of Cornlands.

Ch. Kimvalley CrispinEl criadero Kimvalley ha sido y, en cierta medida aún sigue siendo, uno de los más importantes e influyentes de los últimos 50 años, con especial énfasis en algunas de sus hembras amarillas cuya presencia se puede trazar hoy en día en muchos pedigríes fundamentales para la raza. Eng/Am Ch Kimvalley Crispin y su hermano Ch Cornlands Kimvalley Crofter fueron sus dos primeros campeones, sólidos representantes de lo más característico de Kimvalley, si bien el ejemplar más carismático del criadero fue Eng/Am Ch Kimvalley Picklewitch, una hembra que también dejó su propia impronta en muchas líneas de cría de los Estados Unidos durante el tiempo que permaneció en aquel país.
El criadero Lawnwoods ha extendido igualmente su influencia sobre generaciones de labradores a través de sus característicos ejemplares, principalmente amarillos, aunque algunos chocolates, como Lawnwood Hot Chocolate, con su excelente pigmentación y magnífico sentido del movimiento, han sido referentes para la raza tanto en el Reino Unido como en otros países.

Labradores de hoy

Ch. Kupros Master MarinerTodos los criaderos citados hasta el momento, y algunos más cuya influencia ha sido menos evidente, han moldeado a través de cinco décadas al labrador que conocemos hoy en día. Años dedicados al trabajo, con rigor y constancia, y quizá no exentos de sinsabores pero que a la postre han llevado al labrador a unas cotas de popularidad y protagonismo que pocos de aquellos pioneros benefactores de la raza, liderados por Lady Howe, podían entonces pronosticar. Pero lo cierto es que hemos entrado en el nuevo siglo y el labrador sigue apasionando, dando la impresión de que esto es sólo el principio. Aunque lo cierto es que obviar una historia de 100 sería una auténtica frivolidad. Estamos seguros que así piensa Angela Williams, propietaria y fundadora del criadero Foulby, cuyo origen está en ejemplares de Follytower y que ha seguido dando vigor a esa línea clásica labradores negros con ejemplares como Foulby Mountain King o Sh Ch Foulby Nut Cracker, CC y reserva de CC respectivamente en Crufts 1999. También Judith Charlton, del criadero Foxrush, cuyos más significados campeones Sh Ch Foxrush Peach Blossom, Sh Ch Foxrush Prime Suspect o Ch Foxrush Hazelnut, aún hoy imbatida en su record de CCs, nada menos que 45, provienen de ejemplares de Poolstead. O los Hopkinson, fundadores en 1966 del criadero Rocheby, cuyas dos primeras hembras llegaron del criadero Kinley y que hoy en día vienen ejerciendo una extraordinaria influencia sobre la raza a través de ejemplares como su primera campeona, Sh Ch Rocheby Acorn, madre de cuatro campeones ingleses, hijos todos ellos de Poolstead Pretentious at Rocheby, y otros cinco fuera del Reino Unido, o Sh Ch Rocheby Polkadot, tres veces ganadora del mejor de raza en Crufts.

Sh Ch Rocheby PolkadotEs muy probable que también Anne Taylor, de Fabraken, medite con frecuencia cuanto de su éxito actual se deba a su primera campeona, traída de Poolstead, Ch Poolstead Pinup of Fabraken, madre de Ch Fabraken Comedy Star, ganador de 35 CCs y, a decir de muchos, el mejor macho negro de todos los tiempos. La misma certeza que muy probablemente guió los pasos del ya fallecido Peter Hart, propietario del criadero Kupros y del legendario Ch Kupros Master Mariner, quizá uno de los más sólidos reproductores de la raza con once campeones ingleses entre su progenie y, casualmente, descendiente directo de Ballyduff Morella y del más cercano en la historia, Ch. Ballyduff Marketeer. Es posible también que el peso de la historia condujera a Mrs. Cox, propietaria de Lenches, a iniciar su actividad en el mundo del labrador con ejemplares provenientes una vez más de Poolstead y Sandylands y felicitarse al lograr ejemplares de la talla de Sh Ch Lenches Miss Mollie, su primera campeona. O a los Cole, de Stajantor, a colaborar estrechamente con Ballyduff para obtener la bella campeona Ch Ballyduff Dawn of Bannerbridge, hija de Stajantor Amy of Ballyduff. ¿Qué excepto décadas de historia podría conducir a David y Carol Coode a pensar en Lawnwood cuando en 1974 fundaron Warringah con hembras amarillas de aquel criadero? Cien años de historia dan para mucho y son muchos (muchos más de los que podríamos aquí citar) los que han aportado experiencia y esfuerzo para llegar hasta el punto en el que nos encontramos. Labradores de ayer y de hoy que han sido protagonistas de un siglo de evolución de la raza. Cien años junto al labrador y esperamos que sean, como poco, cien años más.